domingo, 8 de marzo de 2020

La mujer.

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… Y en el sexto día, de un puñado de arcilla, a su imagen y semejanza hizo Dios a la mujer. 

La miró, y vio que su obra era buena, también vio que no era bueno que la mujer estuviese sola, así que, sumiéndola en profundo sueño le sacó una costilla, eso la hizo más bella y  presumida.

Con la costilla, le hizo un compañero fuerte y algo tosco de segunda recocida, al cual  añadió  una cosilla, y  con un soplo divino le dio vida…

Y al haber sido la mujer creada a su imagen y semejanza, también le concedió Dios el poder de obrar milagros, y poblar toda la Tierra con el fruto de su vientre, por supuesto, como no, también curar con un beso en la frente.

Una vez, ya ella acompañada de su costilla, les dio Dios las llaves del Edén… -Manda ella todavía,- y les dijo: Seréis señores de  toda mi creación, cuidaréis de mi jardín, plantas, animales, y podréis alimentaros con sus frutos…

Tan solo una condición, no caer en la tentación y no comer los frutos caídos del nogal, ni dejar que estos por un casual echen raíces jamás…

Pues en los frutos caídos anida la mentira, el odio, la envidia, la rabia y todo mal, y si de ellos comierais, o estos proliferaran, el fruto de tu vientre ya no será divino sino un simple mortal.

Y en él, y sus descendientes, anidarán odios, rencores y envidias, se harán perezosos, y a mi negarán.

Para medrar utilizarán el engaño, la mentira será algo normal, habrá guerras, se corromperá con sangre la tierra, y dirán que es mandato divino.

Y a ti mujer, envidiaran por tu cerebro, por representar de la creación lo más delicado y bello, se querrán hacer tus dueños, sobre tu cuerpo mandar como si fueses un simple cordero que se puede sacrificar.

No todos lo harán, y ninguno, si no te dejas tentar…

Recuerda, no te acerques al nogal, el árbol maldito, cuídate de aquellos  que sacuden sus ramas, desconfía de los que recojan las nueces, y cuídate de un animal llamado serpiente…

Se fue Dios a crear nuevos mundos y a nuestro albedrío nos dejó, -que desastre,- y hoy, el mundo es lo que es, y a la divina mujer, hoy un día al año hay que poner para reconocer su valor…

No sé como sucedió la historia, ni como fue creada la mujer, pero quiero creer que bien pudo haber sido así.

A todas las mujeres del mundo.


By. Luis Ángel Jul López

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