Debo aclarar que este artículo estaba
en el horno cocinándose cuando falleció Rita Barberá, y como es bien sabido, la actualidad manda.
Quiero decir con esto que la noticia
a la cual hace mención, es, de hace unos días ya, lo que por si no quiere decir
nada, puesto que los hechos a los que se refiere, son... digamos, los
"vicios ocultos" de la mala praxis de nuestros representantes, de
hace ya unos cuantos años, y que ahora salen a la luz.
Vamos allá.
Otra vez más, en un rincón
apartado de la portada del Mundo, en la sección de economía que casi nadie lee,
de esta vez el protagonismo se lo lleva la Fiscalía, ojo,
"Anticorrupción."
Otra vez el señor Miguel Ángel
Fernández Ordoñez, y sus famosos correos en el candelero, y, en este caso, con
la fiscalía ejerciendo la labor de la defensa.
Dicen; desde la fiscalía, que no
se aprecia delito en el comportamiento del "señor" Fernández Ordoñez
en el caso de Bankia, y, sobre la estafa que se produjo a los incautos que
compraron preferentes, -y de paso, a todos los españoles, que somos los que
hemos tenido que pagar el rescate de dicha entidad,- aunque el señor Fernández Ordoñez conocía a
la perfección la insolvencia de Bankia, y los números amañados, no en vano
entre el gobierno de Zp, él mismo, y los
demás protagonistas de la noticia, -a los cuales no nombraré, por ser menos
principales,- fueron los muñidores de
dicha fusión; la fiscalía dice no ver delito.
Sí es capaz de ver delito, y
responsabilidad la fiscalía, en la quiebra de cualquier empresa particular,
donde un autónomo, u, pequeño empresario, que arriesga su dinero y muere con su
empresa, este siempre será culpable, si tan solo se le ocurre poner una coma o
el punto de la i mal.
¿Qué le han dado señor fiscal,
para mirar hacia otro lado? ¿Una silla en un consejo, o un buen puesto a un
familiar? ¿O es usted un cobarde, un sectario irresponsable devolviendo un
favor?
No sé si voy acertado, o no, lo
mismo en verdad es usted persona honesta y cabal, y soy yo el que se pasa
siete pueblos, pero de verdad, aquí y ahora, como en la antigua Roma si
aplicamos el refrán, más que mujer honesta otra cosa usted parece ser.
Esto es algo que la ciudadanía no
comprende, y ya no puede soportar más, ¿queremos saber hasta cuándo vamos a tener
que aguantar y mantener con nuestros impuestos, a esta caterva de funcionarios
indignos?
¿Para cuándo una regeneración de
verdad, con gentes nuevas, pulcras, y eficaces en el desempeño de sus cargos?
Queremos togas nuevas, limpias,
bien planchadas, queremos leyes justas, basadas en el sentido común, pedimos la
jubilación anticipada para los dinosaurios amancebados que pueblan nuestra
magistratura, creemos que ya está bien de tanta prostituta canosa vestida de
negro a servicio de bancos, eléctricas, telecos, o el nacionalista de turno.
Váyanse a casa señores, no jodan
más la marrana, no avergüencen a los buenos jueces, que los hay, y muchos,
desde aquí hasta Calatayud, más de uno a buen seguro habrá, que no sea cómodo o
cobarde, que dicte las sentencias por los hechos acaecidos, y no por los
protagonistas involucrados, queremos que el rasero sea igual para todos, sean de izquierdas,
derechas o radicales de centro como yo, pero principalmente queremos que se
aplique con dureza la ley, a los que manejan nuestros dineros.
Dicen que la justicia es ciega,
representada por una dama,
con una venda en los ojos,
y en la mano una espada.
Otro gallo cantaría,
si a la fermosa dama,
pa' que viera los delitos,
alguien la vista despejara.
Y esta con ira divina,
blandiendo la hoja de acero,
segase manos y cuellos,
de unos que se dicen jueces,
cuando en realidad son cuervos.
Estamos hartos de puñetas y de togas
embarradas.
By Luis Ángel Jul López