martes, 25 de abril de 2017

El Olimpo es aquí.

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Divinidades divinas de la muerte, titanes, dioses, semidioses o héroes, personajes míticos, luces y sombras, faros guía de nuestros ancestros, el ejemplo a seguir por todo ser viviente, padres, hijos,  nietos y generaciones venideras...

Dioses creados por el hombre, en el afán de huir de la orfandad, por temor a la soledad del universo, por la imperiosa necesidad  de una figura con la cual ir de la mano en su viaje al más allá.

Figuras de leyenda, héroes de mil batallas, inspiración de poetas, desde los más remotos tiempos y para todos los gustos. Dioses a los que rezar, pedir favores, y clemencia, dioses con los que revolcarse en la cama, o pudrirse en la lama, dioses de conveniencia, a imagen y semejanza de los otrora habitantes de las antiguas Grecia, y Roma.

Dioses que engendraron hijos, semidioses, héroes, sátiros, bestias y engendros, practicaron el incesto, asesinaron otros dioses, y a los reyes pusieron cuernos.

Padres de la tortura, envidiosos Inconformistas que abandonaron  el Olimpo para instalarse entre nosotros, dioses  a los que ya no le placen los rezos, plegarias, ni humildes ofrendas, dioses humanizados, asociados en comandita a humanos endiosados, ahora en  el anonimato, antes devotos de Baco, hoy prefieren  whisky, vodka, ginebra, un canuto de maría, o unas  rayas de coca.

Dioses tendidos al Sol, de cuerpos morenos, en alguna playa del Caribe, o isla privada de los mares del Sur, con su cohorte de esculturales sirenas, dioses que delegaron en sus engendros, la esclavitud, y la sumisión total de la humanidad.

Dioses despojados de divinidad, amparados por su inmensa prole, protegidos estos también por ese invento, que los hace distintos a los demás, -el aforamiento,- y ya nadie les puede tocar, engendros, villanos, que poco o nada tienen de humanos.

A si mismo se llaman políticos, y se dicen nuestros representantes, se sientan en el hemiciclo emulando sus progenitores, sitio donde pocos pueden entrar,  hermanos, parientes, un buen amigo quizás, rigen nuestras vidas,  toman lo que les apetece impuesto por ley divina, que viene a ser  el diezmo multiplicado por seis, más el tres o cuatro per cent, para sus lacayos, incluso puede que más. ¿Para qué vivir en el Olimpo, y con nuestras figuras al ajedrez jugar?

Si aquí ya tienen todo lo que hay que tener. El Olimpo es aquí; toda su prole en sede parlamentaria, ayuntamientos,  empresa pública, o donde se pueda mangar.

Ostentan todo el poder, sin tener que viajar en un rayo, o a lomos de Pegaso el caballo alado, sin necesidad de evaporarse y materializarse otra vez, con todo ser humano al alcance de sus manos, para lo que venga en ganas hacer, sin resistencia, sin justicia.

¿Y la diosa justicia dónde está?

Themis, o Fas, o como la quieras llamar, en su condición femenina, acosada, acorralada, en jirones túnica o falda, de espaldas contra la pared, impotente, sin  nada poder hacer, con los ojos tapados, la balanza adulterada, y el espadón mellado, desesperada sin saber pa' dónde correr.

¿Y el pueblo... los ciudadanos de a pié?

Abandonados a su suerte, esperando justicia de derecho romano, mientras los sátiros atendiendo a deseos divinos, a los pobres humanos les hacen un griego a todo meter.

By: Luis Ángel Jul López.


miércoles, 5 de abril de 2017

Oh my god, the brexit is here!...


...Estarán diciendo en su desesperación los  hijos de la gran Bretaña... Andan nerviosos Sires y  Lores, faltos quizás del suficiente suministro de té, o tila para calmar los nervios, o quién sabe, oxigeno para el cerebro.

Presienten, intuyen, se han dado cuenta, de que con el brexit, han metido la pata hasta las patillas. El mundo se ha hecho mayor, y nuestros "snif" queridos lores, anclados en la prepotencia de su pasado colonial  basado en la política de los hechos consumados, no pueden, no quieren concebir, que fruto de su arrogancia, ellos sólitos, sin la intervención de nadie, tan sólo ellos, han logrado practicar un histórico boquete en todo el centro de las islas, con el riesgo de naufragio, y tener que asistir el hundimiento de su querida  Unión Jack, en las gélidas aguas del mar del norte.

La primera ministra, la Sra. Teresa May, ha iniciado la desconexión con el resto de Europa, se anuncian las primeras consecuencias, afloran los nervios de los impasibles Lores británicos. La resistencia a perder privilegios se deja notar, queremos estar sin estar, piensan algunos Sires, o descendientes de tal, ¿cómo participar del mercado común sin estar?

Tal cual contienda bélica, la economía también es una guerra, y para ganar batallas es necesario tener una puerta de entrada, una cabeza de puente, una playa, o tan sólo una roca en un rincón espetada, aunque esa roca sea nido, -como tiempos atrás lo fueron otras islas del mar caribe,-  de corsarios, truhanes, contrabandistas. O en los tiempos que corren, refugio de defraudadores y domicilio fiscal de empresas pantalla.

En Gibraltar han puestos sus ojos, y sus esperanzas de burlar el asedio los descendientes de Sir Francis Drake, pirata por excelencia, y, que, de no ser por la "Qüeena," sus méritos como mucho darían para ceñirse una corbata de cáñamo atada al palo mayor de una goleta, o caminar por la tabla en un mar infestado de tiburones.

El peñón de Gibraltar, la plaza ocupada ilegalmente, la anacronía de occidente, sería la cabeza de puente, la puerta a Europa, para burlar normas y aranceles a los no socios. El corsario, en este caso, Fabián Picardo, primer ministro de la piedra y adyacencias ocupadas ilegalmente a posteriori, y en caso de que algo fallase, tan solo faltaría el culpable.

Pero resultó, que en Bruselas no son tontos, y  puesto que mientras no cambie el status quo del Peñón, la roca es de soberanía inglesa, por lo tanto está fuera de la unión, y sujeto pasivo de acatar las leyes correspondientes a un país foráneo no socio. Se rompe por primera vez la neutralidad y se le da voz a los españoles en el tema de su política hacia el Peñón.

Por fin alguien a quién echar la culpa, Pensando de ese modo, -o quizás sin pensarlo,- Mr. Michael Howard no sé si, Sir o Lord, pero al parecer con sangre de corsario corriendo por sus venas,  sabedor de que están ocupando una parte de la península ilegalmente, se ha apresurado a atacar al histórico enemigo, que ni siquiera había dicho mu.

Evocando tiempos pasados, con  nostalgia quizás, de cuando su graciosa majestad la "Qüeena" Elizabeth otorgaba patentes de corso, y títulos de Sir a personajes infames como Sir Francis Drake, se le fue la olla. Un mal aire, quién sabe la fiebre amarilla, un ataque de Alzheimer, un mal día, el caso es que; Mr. Michael Howard echó la lengua a pacer, con las baquetas en la mano a redoble de tambor, o quién sabe, si después de una botella de whisky y otra de ginebra, insta a Teresa May en una llamada de guerra.

Mientras tanto en el Peñón, Fabián Picardo, pone el grito en el cielo, no vaya  ser tenga que abandonar su residencia habitual en Sotogrande. Se siente disminuido, de primer ministro a gallo kirico, con posibilidad de ascender  a la categoría de pollito pío. Tiembla Picardo, se desgañita, grita ante la posibilidad de que lo planche el tractor amarillo.

By. Luis Ángel Jul López.

¿Hay alguien ahí?

  A pesar del estruendo, del ruido de escombros cayendo, de lo absurdo de la demolición, del volado, y la violación de las normas, a pes...