Quisiera
escribir poesía…
hablar de la
brisa… las flores,
cantar al
amor…
escribir
cuentos de hadas.
Cuentos sin
brujas, ni ogros…
dulces
historias de néctar cargadas,
alimentar con
mis dulces historias
mariposas,
colibrís, abejas… y el alma.
Historias sin
sapos, culebras,
historias de
niños jugando en la playa…
La brisa…
El agua
salada, las gaviotas…
Historias sin
misiles volando,
y, sin la
maldita metralla.
Quisiera
escribir poesía, lo intento, me esfuerzo,
quiero
arrancarla del alma.
Quisiera escribir poesía
que entrase
por ojos… oídos…
Que fluctuase
cual perfume envenenado,
Llegando al corazón,
Y , que así derritiese
los témpanos de hielo,
que en sus
pechos albergan los que mandan…
Los que
disparan… los que llevan a su mesa viandas,
fruto de
fabricación de armas.
Quisiera
escribir poesía,
y con ella
cargar escopetas…
cañones
bombas y misiles,
que al
explotar llovieran letras…
Canciones… risas,
caramelos, felicidad.
Quisiera
escribir poesía
sin lugar
para el frío acero,
que corta y desgarra…
Quisiera
vivir en Utopía, un país que no existe,
donde se
prohíben los hombres sin alma,
Las alforjas
llenas, y el hambre atrasada,
Los paraísos
fiscales, los pactos malditos
con dinero de
otros, llenar la buchaka…
Quisiera, quisiera…
tantas cosas quisiera.
Borrón cuenta
nueva,
comenzar otra vez…
Yo Adán y tú
Eva.