viernes, 20 de diciembre de 2013

Trililandia.

Ya estamos otra vez, sigue la estafa por parte de los mamarrachos que nos gobiernan, no me refiero a esos “señores” a los cuales votamos, no, esos son unos peleles sin personalidad, esos han sido puestos ahí por y para favorecer a los otros, a los nuevos señores feudales, los que están por detrás de las grandes corporaciones, banqueros, brokers, accionistas de fondos buitre, eléctricas, empresas de telecomunicación, etc.
Hemos de reconocer que estos son más inteligentes que los de antaño, estos no se mojan, no se prodigan ante la plebe, al contrario, están ocultos en grandes despachos bien climatizados, incluso a miles de kilómetros de distancia, tomando el sol en alguna paradisiaca playa en el más absoluto anonimato.
Han delegado cual príncipe Juan, el cobro de los impuestos a estos mamarrachos, a los cuales han puesto ahí, o en su defecto permitido que accedan al puesto de mandatarios bajo la premisa de hacer el papel de sheriff de Nottinghan.
Lo sucedido con la subasta de la electricidad, es algo que no tiene parangón en los anales del trilerismo patrio, a resultas de una reunión de unos cuantos cuatreros, resulta, valga la redundancia, que nos van a subir la luz en el próximo enero nada menos que un once por ciento, me imagino que ese es el regalo de reyes que esos nobles señores tenían preparado para obsequiar a los ciudadanos de este país, no puedo entender que un sector estratégico como es el de la energía, no sea de titularidad pública, o cuando menos el gobierno no lo tenga controlado, -aunque a lo mejor sí que lo tiene-
Estamos asistiendo atónitos como en este país de bandidos, el sheriff es cómplice de los malos, me pregunto: ¿Qué hemos hecho Señor, para merecer esta plaga de termitas que nos corroe hasta los huesos? ¿Acaso es esto el infierno y estamos pagando por los pecados cometidos en anterior vida? ¿O es el peaje para poder acceder al reino de los cielos?
Que Dios me perdone si esto es una blasfemia, pero es que ya no tengo palabras para expresar mi disconformidad y descontento, la podredumbre se extiende por los cuatro costados de la nación, la incompetencia campa a sus anchas en las instituciones públicas, los lacayos se venden por cuatro euros, para más jodienda ayer me entero que  a los funcionarios, al parecer solamente se les va a pagar el sesenta por ciento de la paga de navidad… ¡ah! y para el año que viene se comenta que se quedan sin la de julio, me imagino que eso será para ayudar a pagar el aval del aeropuerto de Murcia, por cierto, otro más que habrá que dedicar a hacer algún tipo de mamarrachada, puesto que aviones, lo que se dice aviones, como no sean de papel de momento no se les ve las trazas.
Por otro lado se escucha en las noticias regionales, que el Ave ahora llegará a Murcia en superficie, vamos, que no hay parné para soterrar las vías, o lo que es lo mismo, el señor Valcárcel que por el tiempo que lleva en el sillón ya tendrá el culo plano, se va, y le importa un carajo los compromisos adquiridos con la sociedad murciana, esto es una muestra del valor de la palabra de nuestros representantes.
Como si fuera poco, en este  país sin gobierno donde al que le dan un cargo, o le ponen un uniforme hace lo que le sale de los fingurcios, ayer, con las primeras gotas de agua, esto es, cuando la carretera estaba más peligrosa, y además con bastante tráfico, un Seat Exeo color plata “nuevecico del to” se me aproxima por detrás, a esa velocidad que cuando lo vemos por el retrovisor es poco menos que un aviso de quítate que estorbas, casi, casi acosando, -no le di tiempo- me pega una pasada a una velocidad inapropiada para el estado de la vía y la densidad de coches que en aquél momento circulaban por ella, amén de sobrepasar el límite marcado por la DGT por lo menos en treinta o cuarenta kilómetros, no sería nada fuera de lo normal, si no fuese por las pésimas condiciones de la carretera en ese momento, yo también hago esas cosas, pero en condiciones de tráfico normal y carretera seca, y todo eso para trescientos metros más adelante, hacerse el espabilado y colarse en un reducido espacio para acceder a la salida de Mula, Caravaca, -eso no lo hago.- Como ya he dicho antes no tendría la menor importancia, siempre que las condiciones de la vía lo permitiesen, y no se tratase de un coche que lleva radar incorporado, de esos  que se esconden detrás de los pilares bajo los puentes para freírnos a multas tan pronto te pasas en cinco kilómetros de la velocidad marcada, vivir para ver, como decía hace ya tiempo Alfredo Amestoy.
Trililandia, esto es en lo que se ha convertido nuestro país, me pregunto, ¿Cómo pueden nuestros representantes quejarse, cuando los otros delincuentes, -a los no oficiales me refiero,- queman contenedores y rompen cristales?
No estoy a favor del vandalismo, ni de la violencia, tampoco de la inacción, que es la práctica de nuestros representantes, ponerse de perfil cuando los innombrables, los nuevos señores feudales nos agreden, apoyándose en normas y leyes al dictado elaboradas con alevosía por los peleles que se turnan en el palacio de la Moncloa.
Quizás la cuestión sea que en realidad su vocación, -la de los peleles- este orientada únicamente a su propio beneficio. Estamos vendidos, y la cosa no viene de ayer, no señores, la cosa ya tiene por lo menos siete lustros.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Campaña sobre campaña.

Ya llega la navidad, época de fiestas, festines y regalos pero… Como nosotros al parecer hemos sido malos, malos o cuando menos tontos un año más vamos a recibir… carbón, carbón o palos, estos vendrán dados por nuestros representantes, los de izquierda y derecha, también por los sindicatos.
En campaña nos encontramos, nada nuevo bajo las estrellas, bajo el cielo de esta ajada piel de toro, pues es tiempo de campaña desde el uno de enero hasta el mismo fin de año.
Se quejan los sindicatos de que son vilipendiados, porque alguien tiro de la manta aireando sus vergüenzas, dejándoles con el culo al aire,  que todo son patrañas, todo son falsedades, todo es una campaña… dicen  echándole  la culpa a la derecha; otros que si hablamos de trapos sucios, tampoco se han “quedao” mancos.
Y como si de gilipollas se trataran, vienen los “progresistas” y de gillipollas nos tratan, arremetiendo contra la “derecha” todos contra uno, como si fueran inocentes, cuando al parecer ellos fueron los primeros que metieron la mano en la saca,  no se dan por enterados que ya somos mayores de edad, siguen con su raca raca, haciéndose los tontos, para tontos hacer de nosotros.
Despunta el señor Oscar López, ahora como defensor de los defensores, que defendían derechos de obreros despedidos por ellos y por sus defendidos, haciendo uso de esa ley tan execrable, esa ley vilipendiada, pero una vez aprobada ¿Por qué no aprovecharla?...
Hay Señor que tontos somos, o que tontos son ellos, tienen rotos, descosidos, enormes agujeros, perdiendo crédito y votos que se quedan por los caminos, tanto unos como otros, tanto otros como unos.
Si estos son los que quieren seguir siendo  nuestros representantes, los que quieren velar por nuestra hacienda, vigilar nuestros derechos… pues que quieren que les diga, muéstrennos  señores al menos, un poquito de respeto.
De no ser así, casi mejor que venga el Dinio, con su mirada de halcón, para los que no lo recuerden, les diré que es: él del furgón,  mejor controlaría a los subordinados, pues tiene experiencia en el ramo, y visión de trescientos sesenta grados.
Sigue el gobierno de España haciéndose propaganda, lo que en realidad no es más que su campaña, pero lo que en realidad el paisano ve,  por mucho que diga Rajoy, es la tercera victoria de ZP.
El que se marchó no se enteraba, hizo un equipo de serviles y melones, el que ahora comanda se le ve exangüe sin energía, y si algo hace es a fuerza de  “arrempujones,” está falto de ideas, y si por acaso paren alguna parece lo hicieran a propósito para tocarnos los pisparolos – habéis creído que iba a decir cojones, ¿a que sí?-
Le sigue a tres vueltas de distancia la oposición, con el discurso de siempre, resucitando muertos, enterrándonos en vida, insultando mitad de la población, aunque con la boca pequeña los que se fueron reconocen poco a poco que no sabían que hacer.
En la dirección contraría han arrancado los sindicatos, casi chocan siete veces antes de darse la vuelta, en triciclo a pedales apestando a todo el “Mundo” cual gato panza arriba tratan de defenderse: que todo es una campaña para desacreditarnos, dice ese hombre tan Cándido, mientras de las barbas sacude restos de lechón y gambas, el otro por si las moscas se calla, atusa el bigote tratando de disfrazar un eructo de la mejor “champaña.”

Campaña sobre campaña, no para resaltar sus logros o méritos, -no los tienen- sino para desprestigiar al adversario, para confundirnos, para atontarnos, para convencernos que son necesarios, que sin ellos somos huérfanos, cuando la realidad es que somos paganos.

Distopía

Como podéis ver, sigo vivo, y os juro que llevo tiempo intentando escribir un artículo sobre lo que en esta vieja piel de toro está ocurrien...