martes, 29 de abril de 2014

El cajón de los martirios.

A veces creo que ya nada puede sorprenderme, no obstante y por lo visto, nuestros representantes todavía guardan muchas sorpresas en el cajón de los martirios.
Acabo de leer en un medio digital que: a causa de alguna ley estúpida, redactada por algún descerebrado a espaldas del pueblo y votada en sede parlamentaria por lacayos que incumplen sus promesas una vez elegidos, una vez más nuestros representantes tratan de consumar otra felonía.
Falsarios que se  prostituyen una vez  logrado el sillón, los mismos que una vez amancebados se acuestan con batas, Botines, Gonzálezes, Fainéses, e incluso con algún alienígena si fuese menester.
Judas, traidores incompetentes, que venden su dignidad al mejor postor por una comisión, o un sillón en el consejo de administración al lado de su corruptor.
Estos “hipotecantes” – desconozco si existe ese término– al parecer, (no sé si por joder un poco más, o porque se le hayan desconectado la media docena de neuronas abonadas con estiércol que tienen en ese receptáculo que llevan encima de los hombros, y al cual llaman cabeza) estos hombres y mujeres públic@s, han vuelto a abrir el cajón de los martirios.
¿Qué hay en ese cajón?... ¿pues qué va haber señores? Mierda, mierda podrida como sus cerebros, pero eso sí, esta vez no para todos, esa mierda está reservada tan solo para aquellos a los que ya se les ha condenado a arrastrarse por el fango, a los más desfavorecidos, a los que han tenido los cojones y la osadía de hipotecarse creyendo en el honor y honestidad de  gobernantes y banqueros, a todos aquellos que tenían un trabajo (un pequeño negocio, o no tan pequeño), a aquellos que han acudido al banco sin saber que estaban tratando con trileros, a todos esos señores que por la incompetencia, avaricia y mala gestión de los putos y putas que nos han gobernado y nos gobiernan, a todos los que han perdido su hogar, sus ahorros de años. Para todos ellos, todavía quedaba un regalito en el cajón de los martirios.
Los “afortunados” que en su momento han logrado la dación en pago, –privilegio concedido a los que ya estaban en el infierno– hacienda como complemento les va a pasar una factura, de unos diez mil eurillos de media por incremento patrimonial. ¿¿¿???
Señor Montoro… perdone que se lo pregunte. ¿Está usted fumado? ¿Incremento de qué? ¿Con ese tipo de decisiones tendrán ustedes los cojones de pedirme el voto otra vez? Una mierda. Eso es lo que voy a poner en el sobre, lástima que no le toque abrirlo a ustedes.
Esto por parte del gobierno central, pero como no hay dos sin tres, y como es sabido por todos nosotros, en este país todo mundo quiere mamar de la teta sin importar si se ha secado o no. Los señores “alcaides” también quieren lo suyo, así que al parecer hay otro regalito: impuestazo por incremento del patrimonio a esos mismos desgraciados, unos ocho mil más, en total unos dieciocho mil euros del ala. Señores míos, ruego que me perdonen, pero todo eso me lleva a una reflexión: Si el día en que ustedes vieron la luz, en vez de “humanos” sus madres hubieran parido una piara de cerdos, y estos vinieran con la peste porcina, a buen seguro le hubiera ido mejor a este país.

Estamos más que hartos, porque no van ustedes a robar a sus putísimas…

¿Hay alguien ahí?

  A pesar del estruendo, del ruido de escombros cayendo, de lo absurdo de la demolición, del volado, y la violación de las normas, a pes...