sábado, 6 de abril de 2019

Leche agria.


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Estoy por renunciar a la nacionalidad, declararme apátrida, marroquí, africano, o siervo de Asurbanipal.

Y lo estoy, porque ya no puedo más con la ignominia de esta tropa de pollinos que nos quieren "gobernar."

Niegan y reniegan de los hechos, de toda hazaña que hizo grande a España, de sus héroes, de sus gestas, de las tradiciones y de sus fiestas.

A la misma vez, no dejan de ensalzar a traidores de la patria, participantes de checas, pistoleros sin conciencia yonquis de la sangre, sicarios por querencia, armados con fusiles o pistolas, que generaciones ha, recibieron de regalo con su pertinente munición, del abuelo, de un tío más o menos cercano, puede que algunos, incluso del papá de estos que hoy gobiernan.

Héroes que nos quieren imponer, con los cuales tienen afinidad al parecer por las íntimas relaciones con los parientes antes mentados, no es cuestión pues de dejarles en el olvido.

Leche agria avinagrada, chorizos elaborados con cerdos contaminados con la peste porcina, yogures con estricnina, carne podrida y harina…

Harina  de polvo, barro de cementerio, cenizas de Iglesia quemada y los huesos molidos de antepasados, todo salpimentado con pólvora en abundancia y unas cuantas onzas de plomo, ¿habrá sido ese el alimento de esta generación que hoy ostenta bastón de mando?

Denostan todo lo patrio, retuercen las palabras, de lo bueno hacen malo, de lo excelente regular, y de lo malo excelente.

Vaya tropa, vaya gente sin moral, el que trabaja, el que curra les es indiferente, lo único que les importa es que produzca para meterle mano al morral.

¡Ah!... Pero no a todos tratan igual, si te meas en la calle, o si eres abertzale, independentista radical, si escupes o reniegas de la enseña nacional… Entonces toca el premio gordo, dinero en forma de subvenciones, más que en la lotería nacional.

Así que señores, esto se ha vuelto un paraíso de traidores, mangantes y chupones, por eso no es de extrañar, que las gentes de bien se quieran largar de este lugar donde agoniza la democracia.

La solución: renunciar a todo, marcharse lejos, a Alaska, el Senegal, a Ostracia, o votar al partido de Abascal.

By: Luis Ángel Jul López.

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