miércoles, 26 de septiembre de 2018

El chiringuitón.



-Y con esto doy vida a un nuevo palabro,- dícese de las entidades supuestamente públicas dónde se otorgan prebendas masivas, tales como másteres, o plazas bien remuneradas a familiares y amigos de todos aquellos que tengan carnet de partido, sin distinción de credo ni color político, -de ahí el sufijo on.-

Y en estas andamos, mientras errantes, andan por el mundo afuera nuestros hijos, licenciados con una, o dos carreras muchos de ellos, a paso ligero, haciendo equilibrios para llegar a fin de mes, con una bandeja en lo alto, cuidando que no se les caigan tapas ni copas encima de los clientes…

Haciendo de camareros, honrosa y jodida profesión, -yo también lo fui, y se de lo que hablo- que te obliga a currar en los días de diversión, y hasta altas horas de la noche mientras haya clientes dispuestos a dar por culo hasta las cuatro de la mañana.

Mientras tanto, impresentables hijos del partido, son obsequiados con la "formación" necesaria para optar a puestos creados ex profeso para el enchufado de turno, y que nadie les pueda decir que no tienen las titulaciones requeridas.

Esto es lo que hay señores, no es de extrañar pues, que insignes doKtores, con master's del universo de goma espuma, accedan a las más altas instituciones del país, y a pesar de habernos arruinado en anteriores ocasiones, se sientan legitimados para dar lecciones y erigirse, -una vez más,- en salvadores de la patria.

Estamos hartos de tanto chiringuito en plan superlativo, de tanto enchufe con o sin conocimiento del beneficiario, estamos hartos de la politización de las instituciones financiadas con nuestro dinero, estamos hartos de cínicos incompetentes con habilidad, solo para colarse en las instituciones y mamar del erario público de por vida, estamos hartos de que nos den lecciones y no insulten por ejercer nuestro derecho a rechazar la corrupción…

Podría seguir con las harturas, y llenar cientos de folios, aunque sería inútil, los idiotas atrincherados y arropados por sus padrinos, no se inmutarán, ni se darán por aludidos,  seguirán erre que erre pegando el culo al sillón, devolviendo los favores recibidos, en forma de apoyo incondicional al corrupto de turno…

No sé porque, pero por momentos se me viene a la cabeza la revolución francesa.


By. Luis Ángel Jul López.

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