Esa
es la palabra adecuada al momento, a todos aquellos que me leen, imagino, ya
saben que Pedro no me cae bien, y es que, no es por nada, pero ya se le veía
venir.
A
ese señor he dedicado todos los epítetos de los que me he acordado, desde incompetente,
felón a sectario, no sé si por un sexto sentido, o porque yo lo veía claro, el
caso, es que no me he equivocado.
Hoy,
mientras paseaba la escoba por el salón, -paso previo al vals de la fregona-,
“me se” ocurrió poner la televisión, con el consabido zapping entre los
matinales…
Primera
sorpresa, tanto en Antena tres, como en la primera, por primera vez, he visto
respecto al gobierno un cambio de tendencia.
Se
percibe, se siente un cambio en los tertulianos, y, de una defensa numantina
del gobierno del cambio, se impone la realidad, y aunque con la boca pequeña, los
tertulianos que no ha mucho se empeñaban en hacernos comulgar con las mentiras
de Pedro, van reconociendo que lo que tenemos, no es un gobierno, sino un mal
apaño.
A lo
que iba, en Las Mañanas de la 1 entrevistaban a Juanma Moreno, y en un momento
dado de la charla, habla de la soberbia de la política internacional de Pedro.
¡Cáspita! ¡Retruécanos! ha sonado en mi cabeza. Soberbia, el adjetivo correcto, la palabra
perfecta que define al interfecto con ínfulas de emperador, cuyo objetivo, no es
otro que el eternizarse en el sillón…
A
todo lo ya dicho, de perlas viene ese adjetivo en tratándose de Sánchez Castejón.
Soberbia,
carencia de empatía, falta de humildad, que unido a la incompetencia y a las
pocas ganas de trabajar, han devenido en la tormenta perfecta que, está a punto
de estallar.
Desde
la puta pandemia, gestionada con perspectiva de género, mal y tarde, hasta las
matemáticas inclusivas, que por obra de birli birloque, de golpe y porrazo se
han vuelto fascistas... Sin obviar, practicar la humanidad con un terrorista, aún
a costa de molestar al Rey alauita…
Que
Pedro es mucho Pedro, y por sus cojones, y en nombre del perdón, trajo a Ghali. Sí, el mismo Ghali que en los 70’ ametrallaba pesqueros canarios.
A
Mohamed no le gustó, y en consecuencia, nos envió inmigrantes ilegales a
millares.
Pedro, el soberbio, el incompetente, el procrastinador, decidió motu proprio, sin
consultar al Rey, -al nuestro-, ni a la oposición, que con el Rey moro, lo
mejor era bajarse el calzón, darle lo que quisiera, pa’ poder ir al parlamento a
insultar a media España y presumir de gestión…
Mala
cosa, poco la alegría le duró, el Rey moro, sin vergüenza y con desdoro, en forma
de misiva oficial, blande los calzoncillos de Sánchez ante Argelia, su eterno
rival.
El
Sahara es mío, de momento ya está, una legislatura más con el Psoe, y nos
quedaremos Ceuta, Melilla, las Islas Canarias, Perejil y Las Chafarinas.
¡Rayos
y truenos! ¡Sapos y culebras con cantimplora! Suenan imprecaciones, desde Argel
alguien dice; ¡¡Cortarle el gas a ese gilipollas!!…
Mientras
tanto en la Moncloa, a falta del comodín
de Franco, se coordina el gobierno del espanto en busca de otro a quien poner a
parir…
Adivina
adivinanza… Si querido lector, ha Vd. acertado, el nuevo culpable de todas
nuestras desdichas se llama Vladimir, el nuevo astro en el universo
interplanetario que en su momento nombró la Pajín.
Confluencias
planetarias con mucho poder de atracción, tanto como pa’ sacar de nuestra
órbita a los argelinos, que, aún Pedro “no habiéndoles hecho agravio”, han decidido
motu proprio a Sánchez ponerle los cuernos, y por ende, dar por culo a todos
los españoles…
Con los
cuernos de Pedro, nos han mandado un recado: Mientras Sánchez gobierne si en España
quieren gas, han de tomar cocido, fabada asturiana, o lentejas, sugiriéndonos también,
envasar los pedos de las vacas.
Que no
señores, que no. Que no es porque yo le tenga manía, es cuestión de sensatez,
el hombre no hay por dónde cogerlo, y me recuerda a aquella flor grande y
apestosa, buena pa’ mirar desde tras de un cristal, aislados de la podredumbre
que emana de su ser.
By
Luis Ángel Jul López.