El genio de la botella.

 

De las cálidas tierras del Caribe, dentro de una botella de ron, viaja un genio en un avión, no sabemos si obra del cacique de la tribu, del brujo, o si viene de más allá, regalo de un ayatolá de esos que mandan carallo en Irán.

El genio, rehén del señor o señora de la botella, no le queda más remedio que cumplir sin condición las órdenes  recibidas, le gusten, o no.

Alucina el genio embotellado, pensando estar condenado a no ver jamás la luz del Sol, pues con tanto artilugio volando, algo jamás imaginado ni en los cuentos milenarios de las noches encantadas, donde habitan Aladino, Jasmin o  Jafar.

En el mismo avión, y como ama de la garrafa de ron, viaja como representante del cacique caribeño, la segunda en  su gobierno, la vicepresidenta Delcy.

Que sabedora de la prohibición de poner pie a tierra en la vieja Europa, pidió consejo antes de salir al ministro que manda aquí.

 Tan solo necesitó una llamada de teléfono, y un tono caribeño imperioso.

-Que se ponga el maricón del ministro de interior, que tenemos infiltrado en el gobierno a Iglesias y Errejón.-

Marlaska se pone de mala gana al sentir el menoscabo.

-Disculpe señor,-

Se oye al otro lado de la línea.

-No ha sido nuestra intención el haberle insultado, tan solo se trata de agasajarle a usted con un trato más cercano, pues de todos es sabido, que así le tratan en la intimidad todo el gobierno, y la ex ministra Salgado.-

-Queríamos saber su parecer, pues tenemos un viaje a Turquía pasando por  Islamabad, y al tener prohibido pisar el continente antiguo, ¿Cual es la posibilidad de que ese gobierno amigo mirase pa' más allá?-

De mala gana, réplica desde acá el ministro agraviado.

-No puede ser, no se os ocurra pisar ni la arena del gato, que está la cosa muy mal, tenemos a Pablo Casado, Inés Arrimadas y Santiago Abascal que nos pueden denunciar, y no queremos pagar el pato…-

-Se me ocurre algo quizás. ¿No teníais acaso un genio con coleta engarrafado?-

-He ahí la solución, un poco de polvo blanco, una historia mal contada, o una cortina de humo pa' que a los vigilantes nuble la visión.-

-Ya no se estilan alfombras encantadas, mucho menos rociarse con polvos de hada, que además, solo funcionan con almas puras e inocentes, y creeme, siento lo que voy a decir, pero ese no es tu caso Delcy...-

Una vez pactado mirar para otro lado, emprende la vicepresidenta el viaje tan ansiado.

Coge la garrafa de ron, sin comprobar si en ella va el genio, o no,  aterriza en Madrid, dicen los pilotos que se van a dormir y tiene que cambiar de avión…

Prueba entonces la señora unos polvos mágicos que traía... Pero no levita, ni le evita cruzar medio aeropuerto sin tocar el suelo.

Cáspita, retruécanos, retruca la Delcy, tenía razón el maricón, el polvo de hadas conmigo no funciona, y el otro solo hace volar en sueños.

Necesito consejo, que venga alguien del Psoe, que me manden aunque sea a José Luis Ábalos Meco.

Manda Marlaska al mentado personaje, con la advertencia de que si algo sale mal, el presi estaba de viaje…

…Y esto señores, es todo lo que ha pasado, o por lo menos, es el cuento que el ministro Ábalos se ha inventado.

Aunque yo creo, que no pudiendo pisar Delcy los pliegues de esta vieja piel de toro, el ministro Ábalos, sacó el genio de la botella, pero este estaba beodo, armó el lío padre dejando a todos mal...  Y, a Ábalos, con cara de culo.

By. Luis Ángel Jul López.