Aquí estamos
otra vez, sin poder digerir las noticias que nos trae la prensa, que tan solo
habla de esa caterva de bandidos que tenemos por representantes. Eso me ha
llevado a reflexionar, en cual podría ser la manera más efectiva para
controlar la piara nacional que nos gobierna.
Hace unos
días mientras sacaba los perros de paseo por el “campo,” ensimismado con mis pensamientos, dejé volar la imaginación. Y en esas conversaciones que uno mantiene
consigo mismo, me puse a reflexionar en el control cada vez más férreo, al cual los
ciudadanos estamos sometidos día a día, y cada vez con
más intensidad por parte del estado.
Las nuevas tecnologías, bases de datos, chips, tarjetas, tarjetas, y más tarjetas. Todo con el objeto del control total, siempre en beneficio del Estado, “banca, hidroeléctricas, telecomunicaciones, farmacéuticas, quizás laboratorios, e industrias de alimentación etc.”
Las nuevas tecnologías, bases de datos, chips, tarjetas, tarjetas, y más tarjetas. Todo con el objeto del control total, siempre en beneficio del Estado, “banca, hidroeléctricas, telecomunicaciones, farmacéuticas, quizás laboratorios, e industrias de alimentación etc.”
Mientras paseaba los perros, en ese dialogo interno mantenido, me he preguntado: ¿Y por qué
no utilizamos nosotros también la tecnología y le damos la vuelta a la
tortilla? ¿Si ellos tienen la capacidad de llevar millones de personas al
redil cual fuésemos corderos al matadero, por qué no podríamos esos millones controlar a unos pocos miles? ¿Por qué no
utilizar la tecnología en pro de una sociedad mejor? ¿Por qué no construir una democracia
real?...
¿Cómo hacerlo?... Muy sencillo, pudiendo “desvotar…”
Suena raro, pero técnicamente se puede hacer, y tengo la seguridad casi al cien por cien, de que la solución planteada es la correcta al problema que nos atañe. Como poco, pondría remedio a la corrupción, inacción, irresponsabilidad, nepotismo y felonías varias de nuestros políticos.
Suena raro, pero técnicamente se puede hacer, y tengo la seguridad casi al cien por cien, de que la solución planteada es la correcta al problema que nos atañe. Como poco, pondría remedio a la corrupción, inacción, irresponsabilidad, nepotismo y felonías varias de nuestros políticos.
Ya sé que es el
sueño de un soñador, pero tenemos la tecnología y la podemos utilizar para
mejorar nuestro sistema electoral.
Evidentemente
eso implica unos cambios de normas, en primer lugar sería exigir a “nuestros representantes," la modificación de la ley electoral.
Fuera listas
cerradas, voto directo a los candidatos y presidenciales a dos vueltas. Hasta
aquí nada nuevo bajo el Sol… Bueno. Si bajo el gravado Sol de España. La novedad
consistiría en que el voto debería ser emitido telemáticamente y con derecho
a retroactividad. Esto es. fin del cheque en blanco durante una legislatura, o
abreviando en tan sólo una palabra, Desvotar.
Lo explicare: ¿Cuántas veces nos hemos sentido engañados
por el candidato de turno? ¿No os gustaría mandar a todos esos chorizos a su
casa?... Me imagino que sí, quiero creer, que aunque tengamos diferencias ideológicas en lo básico estamos todos de acuerdo. Y uno de esos puntos, es que estamos más que hartos de los chorizos.
La
posibilidad de desvotar, esto es: Retirar el voto al interfecto incumplidor debería
ponernos a todos de acuerdo, y también debería de ser un derecho básico de los
ciudadanos. ¿Por qué esperar cuatro años?
Naturalmente este
derecho nos dotaría de mucha fuerza ante los políticos, aunque también exigiría más
responsabilidad por nuestra parte. Quiero dejar claro que en mi propuesta, tan
sólo se puede desvotar, a aquellos candidatos a los cuales en un principio
hayas otorgado tu confianza. Esto es; no se puede desvotar a un candidato al que no hayas votado,
El sistema permitiría Podríamos desvotar cada seis meses, o lo que se acordaram nunca menos de cuatro veces por legislatura. Se podría hacer desde la casa, playa o desde Australia, la tecnología lo permite.
El sistema permitiría Podríamos desvotar cada seis meses, o lo que se acordaram nunca menos de cuatro veces por legislatura. Se podría hacer desde la casa, playa o desde Australia, la tecnología lo permite.
Esto supondría
una verdadera revolución blanca. Sin
armas destrozos ni sangre por las calles. La tan ansiada y verdadera democracia, más
participación ciudadana, más honradez por parte de los elegidos al saberse
fiscalizados y evaluados por sus votantes, más control por parte de los
partidos en la elección de sus candidatos y por la misma razón. Leyes más
justas alejadas de los intereses de los grandes lobbys. Control de la clase
política sin asambleas callejeras, manifestaciones ni alharacas de ningún tipo, más transparencia. Fin de la arrogancia y soberbia por parte
de más de uno de los que dicen representarnos. Que aun cobrando de nuestros impuestos, nos tratan como a siervos a los cuales hay que exprimir como un limón.
Podríamos
fiscalizar leyes, exigir explicaciones claras sin cantinflaneos, saber el cómo, y él porqué de una adjudicación. Fin de falsas licitaciones, presupuestos inflados, nepotismo, prepotencia, corruptelas etc…
¿Qué nos hace falta para eso?
Tan sólo necesitamos una cosa: Tener el poder de desvotar.
¿Qué nos hace falta para eso?
Tan sólo necesitamos una cosa: Tener el poder de desvotar.
Ya sé que tan
sólo es un sueño, una utopía. Ya sé que ese sueño tan sólo está en mi cabeza… ...por ahora. Pero si queremos tenemos lo más importante.
Tenemos el
sueño, tenemos las herramientas y la tecnología para poder ejecutarlo, y se
puede hacer. Ahí os dejo la semilla.
By. Luis Ángel Jul López.
By. Luis Ángel Jul López.