jueves, 1 de julio de 2021

Paradigma.

 



A veces creo estar viviendo en un mundo paralelos, una vida de ficción, donde hay que seguir un falso guion pa' no sentirse señalado.

Un mundo, donde lo correcto es lo absurdo, lo absurdo es la norma, y lo execrable y esperpéntico han devenido en virtud.

Lo que yo percibo, lo que a mí me parece, es estar viviendo un paradigma, un experimento social de mentes enfermas, ocupadas, en analizar hasta qué punto la estulticia humana, y el hombre como especie es capaz de  dejarse manipular, y ver hasta donde aguanta para dar otra vuelta de tuerca a la maldad.

Os lo juro que no entiendo, como; desde nuestro gobierno, pasen el día mintiendo, diciendo una cosa y su contraria a la vez. Y lo que es peor, que medios y periodistas a los que se les supone profesionalidad, no sean capaces de poner en cuestión su manera de actuar.

No solo son incapaces de criticar el poder, si no que se dediquen con vehemencia a distorsionar la realidad, colaborando en lo que a mi ver es un proyecto demencial.

Un paradigma, una distopía, una ficción, una realidad oficial buena para cuatro años… Hasta que se despierte del letargo el 50% y uno más, los echemos a patadas y todo vuelva a empezar.

Tenemos en Moncloa a un señor enfermo, que no dudaría en vender el alma de su madre con tal de seguir en el poder.

Tenemos un equipo de gobierno hecho a imagen y semejanza de tal ser, dispuestos a la voz del amo, si fuese menester, ponerse a cuatro patas y comerle lo que le cuelga entre las piernas por detrás, pero negar la verdad oficial jamás.

Nada es mentira… Si viene de la oficialidad, la historia se cambia, o se inventa, las leyes se saltan, los delitos se perdonan a propia conveniencia si de lo que se trata es de mantener en el sillón al subnormal que simula gobernar.

Tenemos a unos medios de comunicación, mansos, apesebrados, a la espera de la subvención o la publicidad oficial… Que es buena y generosa si uno no se porta mal.

Tenemos a una gran parte de la ciudadanía, acrítica, que no le gusta leer, y el tema de la historia lo llevan fatal. Solo así se puede comprehender, que casi medio siglo después le echen la culpa a Franco de sus males, sin darse cuenta, que sin Franco no podríamos comer tomates y lechugas nacionales, y si me apuras mucho, bañarse uno a diario. 

Al ciudadano normal, me refiero está claro,  a todos los que no comulgamos con el discurso oficial… Collejas, etiquetados todos de facha en general.

Que tienen que llevarnos al redil, aunque para eso haya que "acollejearnos", o tratarnos de modo hostil.

Procede entonces, criminalizar, marginar, extirpar la razón al disidente, y me da miedo; mucho miedo a que traten de extirpar al disidente en si, y a mí se me viene a la mente George Orwel y su 1984.

Bienvenidos a la ficción del pasado, con una sociedad sumisa y un tirano refinado, que ha sido capaz de fundir ficción y represión del socialismo del pasado.

Mientras, ciudadanos que tenemos al lado nos vigilan pa' encarrilar al descarriado, y hacen bueno el paradigma de los monos fabulado.

Al que no sepa de lo que hablo, aquí le dejo la dirección pa' que se vaya aclarando.  https://youtu.be/ZW5lLboUeeA

Y ahora queridos lectores, un par de preguntas para la reflexión: ¿Vamos a despertar de una vez? o ¿Me vais a pegar una paliza si se me ocurre coger un plátano?

 

By: Luis Ángel Jul López.

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