lunes, 7 de marzo de 2022

Dudas existenciales.

 



Heme aquí otra vez, después de un periodo falto de herramientas y como no, también de ganas, y es que, los acontecimientos, lo sucedido en el panorama nacional, no exento de interés, ha sido algo tan repetitivo que aburre hasta las ostras.

Pero he que de repente, los hechos, tanto lo nacional, como en lo internacional, me han hecho volver al teclado, por lo irracional e inesperado, y por la tozudez de algunos que nos quieren llevar al más negro pasado.

Desde Rusia con nostalgia… De Lenin y Stalin, nos manda recuerdos el hijo de Putin, hasta hace dos días líder espiritual de la izquierda occidental, que, con sus últimos hechos dejó bizco al personal, sin saber pa’ donde mirar, si a derecha, si a izquierda, o si para el más allá.

El otrora referente de una izquierda diferente, -como todas las demás-, decidió motu proprio, que ya estaba bien de actuar, y como no, sin nombrar la bicha, decidió que quería ser el nuevo Zar, devolver el esplendor a la madre Rusia, seducir sus vecinos ucranianos a golpe de cañón, y en eso sigue el muy cabrón.

Dice el hijo de Putin, en plan matón mientras dispara a la población que, él, es un hombre de paz, que su divina misión es librar a Ucrania de la tiranía, que su presidente, Zelenski, tan solo obtuvo el 73% del apoyo popular.

Lo hace con tanto ahínco el hijo de la madre Rusia, que cualquiera que no lo supiera, pensaría que quiere borrar del mapa a Ucrania y su historia. O dejar en evidencia, lo evidente, de la chusma incompetente que gobierna la decadente Europa.

En un ejercicio de insuperable cinismo, mientras bombardea la población dice el hijo de la gran puta: He venido a libraros del nazismo, mientras ordena sin compasión, tirar bombas de racimo.

De las acciones de ese sujeto divino, nada se puede sacar en positivo, y la solución que a mí se me ocurre sería que alguien le pegase un tiro.

 Aparte de sembrar de muertos la vieja y decrepita Europa, quizás, y solo quizás, para lo único que ha servido ha sido para despertar del letargo a viejos dinosaurios repantingados en sus viejos sillones, al darse cuenta ellos, que sus prebendas corren peligro, si tal y como hace 75 años triunfa el comunismo…

 Para la descomprometida juventud que nos sucede, todo da lo mismo, la mayoría borregos incapaces de pensar por sí mismos.

Dudas existenciales me corroen el alma y me nublan la mente, y en mis delirios me pregunto: ¿Es que nuestros amados y bien pagados líderes no se han dado cuenta que tratar con Putin era tratar con un demente?

 

By Luis Ángel Jul López

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