lunes, 23 de marzo de 2020

Los muertos no mienten.

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Da igual la ideología, si derechas, si izquierdas, si de centro, o de medio lao. Los muertos una vez muertos, una vez cruzado el río, pagado o no el tributo a Caronte, una vez al otro lao, instalados ya en la verdadera democracia que a todos hace igual, tienen la fea costumbre de afearle a los vivos sus engaños, sus mentiras, sus manipulaciones y sus medias verdades.

Esas verdades que gritan desde el más allá con sus bocas descarnadas, son los gritos más temidos por los que hoy nos gobiernan y que quisieran acallar.

Vivimos una pandemia mundial, y los que nos gobiernan, unos más que otros, en aras a seguir en el poder no nos dicen la verdad, urge por lo tanto ocultar las cifras, que ya siendo estas escandalosas, de saberse la verdad sería motivo de poner la guillotina en la Plaza Mayor.

Es motivo pues, reducir a la mínima expresión el número de contagios.

¿Y eso como se hace?

Aunque parezca contradictorio, se hace no haciendo. No haciendo las pruebas que hay que hacer para que se sepa la cantidad real del número de infectados.

De momento, con el culo más apretado que las mandíbulas, y con más pena que gloria, Pedro Sánchez Castejón, el infecto presidente se va salvando a base de discursos sin contenido, tratando de ocultar que por su amor al sillón no vaciló en hacer lo que mejor sabe, que es no hacer nada para evitar el colapso de un país, de la ruina que vendrá, y lo más principal, los muertos, esos muertos que ya no perdonan y gritan desde el más allá.

Hemos trabajado, hemos hecho, hemos seguido los consejos de los expertos…

Hemos, hemos, hemos. Dice Fernando Simón a las ordenes del felón, mientras este, detrás del plasma, escondido tras las batas de profesionales, trata de eludir responsabilidades en los mítines en prime time, y mitigar su incompetencia al compararse con otros incompetentes, probablemente graduados en la misma universidad…

Pero he que de repente, alguien nombra el país de Angela Merkel, da cifras de infectados y de muertos, y pregunta al gran Simón.

¿Cómo lo puede explicar?

Respuesta del felón: No lo sé, eso pa' mi no tiene explicación, es que quizás, quizás, quizás…

No, no es el estribillo de una canción, es la denuncia de los muertos, que con sus cifras nos vienen a decir, que hay mucho mentiroso y manipulador gobernando por ahí.

Que la media de mortalidad de los infectados no supere el 1% en países tan dispares como Corea del Sur, Alemania, Portugal y Estados Unidos indica que las cosas se han hecho fatal, que para tapar la incompetencia desde el poder se miente a los ciudadanos.

En el caso particular de nuestro país, el sectarismo y el interés particular de gobernantes, medios de comunicación y unos cuantos "periodistas" de la mal llamada progresía ha sido en caldo de cultivo perfecto para que el coronavirus se expandiera en progresión geométrica.

Mientras tanto, los crédulos ciudadanos nos chupábamos el dedo y acudíamos a manifestaciones.

Pero ahí están los muertos que no nos dejan vivir en paz, y en el caso particular español, los muertos nos gritan desde el más allá.

¡¡¡Cuidado!!! Pedro Sánchez miente, los infectados no son 33.089, sino el resultado de multiplicar lo contabilizado por el ordinal del porcentaje de defenestrados que es el 6.67%

Ósea, a ojo de buen cubero, algunos más que 200.000…

Hoy, día del Señor, a 23 de marzo del 2020.


By: Luis Ángel Jul López.

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