Si tuviese el honor, de tener la confianza de la gente,
lucharía con tesón por todos aquellos que me otorgaron su voto, y por ganar la
confianza de los otros.
Si yo fuese presidente, haría una reforma laboral, donde el
empresario cotizase el despido por anticipado evitando mucho mal, pudiendo
recuperar parte de lo pagado, si mantiene al trabajador en su puesto, hasta que
este se pueda jubilar.
Si yo fuese presidente, con bridas de seda y acero,
embridaría ese caballo desbocado, que no deja crecer brizna de hierba en el
prado, y le han puesto de nombre mercado.
No haría tratados a espaldas de los que me han votado, que
contuviesen clausulas oscuras que no pudiesen ver la luz hasta pasados treinta
años.
¡Ahhh... si yo fuese presidente! No se me escaparía un
ochavo, con mis colegas llegaría a
acuerdos, haríamos leyes que dijesen; queda prohibido vender en esta tierra, el
fruto de trabajo esclavo...
Y a eses seres abyectos..., que se dicen empresarios, que
producen con el hambre, y contribuyen con centavos, les cerraría las puertas, que se fuesen a
Ostracia a buscar nuevos mercados.
Si yo fuese presidente, de esta vieja piel de toro, en
Bruselas propondría luchar por los ciudadanos, haciendo normas más justas,
tanto para trabajadores, como para empresarios, fuesen estos multinacionales, o
pequeños artesanos.
Si yo fuese presidente, a los banqueros indecentes... los de
aquí, o de allen mares, igualaría con las leyes..., del tan cacareado mercado,
y, puesto que fueron imprudentes y engañaron al paisano, les daría de esa amarga
medicina, que han traído en sus frascos.
Si yo fuese presidente, haría valer como el oro, el peso de
esta vieja piel de toro, con la fuerza de la razón, y de nuestros ciudadanos...
también de irlandeses, portugueses, griegos y demás que se quisieran sumar, sin
darles tiempo a remojar, las barbas cortaría, a las agencias de rating, los del
Bilderberg club, y el Fondo Monetario
Internacional.
Si yo fuese presidente, le preguntaría a la gente de esta
raída y vieja piel de toro, si quieren un estado fuerte y decente, o prefieren
mantener diecisiete reinos de taifas con sus cortes y millares a cientos de amamandurriados.
Si yo fuese
presidente, sin pensarlo ni un momento, aunque con seguridad eso me costase el
puesto... y quizás algo más, haría en derechos igual, cuando tocase jubilación, al que cava en el huerto, el que pone ladrillos, el que cura la gente, o, se sienta en el parlamento. Si somos todos iguales, ¿porqué trabajando menos, quieren algunos doble jubilación?
Si yo fuese presidente,
¡Ahhh... si yo fuese presidente! me
haría con una buena vara de membrillo, o una estaca de pino, y a estos últimos pollinos
que dicen nos han gobernado, les haría un té especial con la vara antes
mentada, y ya para rematar, con la pensión de un autónomo les haría jubilar.
By: Luis Ángel Jul López
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