domingo, 11 de abril de 2021

Tiempos de elecciones…

 


Tiempos de legitimar estafadores y ladrones, tiempos de consignas y falsas promesas, tiempos de redención, tiempos de volver a los orígenes…

¡No!

¿Qué digo?

A los orígenes no, tiempos de volver, sí, pero al discurso original, al pecado capital de la mentira primera, a la estafa primigenia.

Asistimos, no sin cierto asombro, -por lo menos por mi parte-, como los mismos de siempre se posicionan en la primera fila de la parrilla de salida, sin que nadie ose dentro de sus partidos disputarles la posición. Y vuelven a la carga con viejas consignas, que suenan más o menos así: Que viene el loooboooo, asustando a la gente, y aprovechando la mascarilla, pa' que no se les vean los dientes.

Mienten con descaro, justifican lo robado, las violaciones de menores tuteladas por el estado, las millonarias, e inexplicables subvenciones a cargo del erario.

Siguen con descaro escondiendo muertos dentro del armario, que al ser tantos, ya ni siquiera caben en un estadio, y los esconden, con la complicidad de muchos ciudadanos, que más de cien mil almas, oigan, eso no es moco de pavo, ni cabe en diez mil armarios.

Llega a tanto la desfachatez, que hasta presumen de sus "logros", transformando la propia incompetencia en éxito rotundo, nos tratan como disminuidos psíquicos de corta edad.

Que los muertos podrían haber sido cuatrocientos mil más… Dice el ejecutivo sin mover una pestaña, que la culpa no es nuestra, es de las comunidades autónomas de España…

Al olvido relegan las manifestaciones, los partidos de fútbol, la falta de mascarillas y respiradores, los EPIS fabricados con bolsas de basura, a nuestros mayores, los palos de ciego, los errores, los horrores, y los miles de muertos.

Es menester en los tiempos que corren, lograr la joya de la corona, que mor de las trilerías desde la Moncloa, se ha visto obligada a poner en juego Díaz Ayuso. Es tiempo pues de adaptar el discurso, de ejercer el fascismo más crudo, y desde el propio gobierno llamar a las barricadas.

Antifascistas de España, Iglesias Turrión llama, muniros de piedras, palos, cadenas, botas buenas pa' patear guardias, y, alguna que otra pata de cabra.

¡Muy importante!

No olvidar llevar capucha y máscara, que hay un mitin del rival, y hoy vamos a practicar nuestra democracia…

Mientras tanto, el rival, y toda la ciudad se preguntan: ¿Dónde está Marlaska? ¿Dónde está Sánchez? ¿Dónde el gobierno de España?

Algunas voces tímidas a lo lejos se dejan oír…

En Doñana.

 

By: Luis Ángel Jul López.


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